. índice . Prefacio . Preface . . aguas . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . contamina 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . holocausto 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . . lineas 1 . 2 . 3 . 4 . . hidrotermias 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . nuevas 1 . 2 . 3 . . Reconquista 1 . 2 . . hidrogeo 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . esbozos 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . . corredorcentral 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . cordones 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . epiola 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . deriva 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . . archivo 1 . 2 . 3 . 4 . . Halcrow 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . frentehalino 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . . emicampanaoculto 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . . Costa del Plata 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Costa del oro 1 . 2 . . IRSA 1 . 2 . 3 . 4 . . flujos . . segmentos . . pendientes 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . delta 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . propuesta . 1 . 2 . . correconvectivo 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . plataforma 1 . 2 . . termodinamica 1 . 2 . 3 . . ABL 1 . 2 . . congreso . . girh . . Acumar 1 . 2 . 3 . 4 . . evaluacion 1 . 2 . . BocaRiachuelo 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . . StoDomingo . . urgenciasatadas 1 . 2 . . inundabaires 1 . 2 . 3 . 4 . . sinsustento 1 . 2 . . emisarios 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . . UAG 1 . 2 . 3 . 4 . . áreas nuevas 1 . 2 . 3 . . acreencias 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . audiencia 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . . Valls 1 . 2 . . contrastes 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . . convexterna . . playas 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . . Plan Maestro 1 . 2 . 3 . . Parque Norte . 1 . 2 . . ribera . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . jurisdiccion 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . . CSJNpisamr 1 . 2 . 3 . 4 . . zonas muertas . . Bermejo 1 . 2 . . Pilcomayo . . Uruguay 1 . 2 . . Parana . . Areco 1 . 2 . . Salado . . Samborombon . . PuntaPiedras . . Tuyú . . PuntaRasa 1 . 2 . . PuntaMedanos . . Mar Chiquita 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . Mar del Plata 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . Necochea . . Colonia . . MartinGarcia 1 . 2 . 3 . . Puertos 1 . 2 . . formula1 . . disocio . . senderos . . bajante . . . . oceano 1 . 2 . . hidrolinea 1 . 2 . 3 . . sustentable. 1 . 2 . . agua 1 . 2 . 3 . . antarticflows . . derrame . . luna 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . index .

Un par de imágenes de gran resolución demoran la apertura de este hipertexto.

Un nuevo cordón litoral

Este es el título de una novedad alcanzada a discernir el 16 de Noviembre del 2012, sobre una formación muy antigua: no menos de 35.000 años, para el caso de 2 cordones litorales que crecieron al impulso de energías que no respondían al auxilio de derivas litorales, sino al de derivas de plataforma.

En el pleistoceno medio ya se advertían dos sectores donde las derivas litorales se enfrentaban, resultando en sendas derivas de plataforma: una marchando a Montevideo por la Barra del Indio; la otra marchando a Rouen donde descargaba parte de su carga, antes de continuar un largo sendero de 600 Km que finalizaba en la deposición en el talud.

Estos cordones litorales cuya orientación O-E y OSO-ENE difieren en casi 90º respecto de los cordones holocenos, han venido siendo calificados como paleopuntas: la de Villa Gesell y la de Punta Piedras. Para explicarlas infieren la existencia de una falla que habría afectado a sedimentos del Pampiano.

El problema básico de la sedimentología radica en la cerrada y cómoda concepción gravitacional que no invita a mirar por la dinámica y capacidad de transporte de los flujos convectivos; y el rol que juegan los sedimentos como baterías convectivas, motorizando esos transportes, que por ello son denominados internos positivos; ésto es: -y en tanto no se apague el sol-, de movimiento perpetuo.

La condición monotributista de estos cordones o paleopuntas, es debida al hecho, de que al terminar alimentando una deriva de plataforma sólo aprecian potenciarse y no necesitan reproducirse o redoblarse como es el caso de los cordones litorales que son asistidos en su salida al cuerpo de agua mayor por una deriva litoral; que en tanto satura el seno por donde gestiona su salida el tributario, se ve obligado a tallar otro cordón a continuación, paralelo a éste.

Por cierto, por haber atendido su función durante milenios exiben la escala que los caracteriza, muy superior en alto y ancho, a los cordones asistidos por derivas litorales.

La propuesta de llamar "barreras regresivas" o "barreras transgresivas holocenas" a las formaciones que siguen a estas paleopuntas, permite inferir que han sido imaginados como emergidos en tiempos de su formación. Y es aquí donde la propuesta gravitacional difiere por completo de la convectiva. Un cordón litoral sólo se forma si está sumergido; ya sea del Holoceno, del Pleistoceno, del Plioceno o del Mioceno.

Esta configuración dinámica plantea la necesidad de imaginar altura de mares de 3 a 5 m más elevadas a las estimadas. Cuando un cordón litoral comienza a emerger, desde mucho tiempo antes viene bordando el cuspidado de uno más nuevo sumergido, que regala marco protector al seno mediador de la salida tributaria.

Tras referir de una única ingresión ocurrida en las postrimerías del Pampiano, señala Parker en su Geología Marina (1979) que a veces hay que romper con conceptos muy arraigados en la geología de un país. Aquí entonces tenemos oportunidad de romper con conceptos mecánicos arraigados en la ciencia sedimentológica que sigue creyendo en las olas oblicuas como generadores de estos cordones litorales, holocénicos y de todos los tiempos.

La imagen que sigue de los cordones litorales atribuídos por la NASA al estuario del Caravelas en Brasil, en verdad son del Alcobaça. Pero para el caso, lo que cuenta es que tal vez ayude para cambiar el catecismo mecánico por uno solar. Ver en la imágenes de 1800 pixeles estos detalles. Incluídos los de las olas bien de frente y en nada oblicuas y los vientos suaves que no son precisamente invitación a generar barreras litorales. No quiero imaginar los milenios que ha estado el río Alcobaça bordando con la ayuda de la deriva litoral al Sur, estos impecables cordones litorales.

Estos cordones no necesitan que el mar esté alto o bajo. No son respuesta a tiempos regresivos, ni transgresivos. Sólo son respuesta natural del encuentro de salida de un tributario con la deriva litoral. Angosto corredor que entre seno y seno reconoce distancias de entre 150 a 180 m; apreciando en su borde externo la afortunada precipitación sedimentaria que contribuye a su protección. Por cierto, toda esta tarea se realiza bajo el agua. Cuando el cordón emerge, hace tiempo que ya ha venido bordando al heredero de su tarea.

Con este rápido repaso que regalan las grandes imágenes de las dinámicas presentes en los cordones litorales tan mal entendidos en sus orígenes, vamos a la novedad que apreciamos contrastar, para que sean invitación a percibir las ricas dinámicas convectivas, internas y externas, presentes en la historia de la conformación de la bahía de Samborombón.

De hecho son tres las cuencas que aportaron a su formación. Por su importancia en la formación de suelo en la pampa deprimida, en primer lugar debemos mencionar al sistema del Salado. Luego cabe imaginar aquellos de los flujos en descenso por la costa bonaerense que alguna vez corrieron cerca del río Samborombón. Y por fin, los del sistema que bajando de las sierras concurren hoy a Mar Chiquita.

Los primeros fueron develando durante millones de años el gradiente térmico que les invitaba a marchar por tiempos al SE y en otros al Sur.

Llegados al pretérito frente Atlántico ya no era ni al SE, ni al Sur donde encontraban la mayor aproximación de gradientes, sino hacia el NNE por la plataforma. Y así fue como bordaron ese largo sendero de memoria convectiva que aprecian esos fondos de la plataforma; que un día Violante, por ser ajeno a estos gradientes de enlaces termodinámicos y dinámicas convectivas, llama "barreras regresivas" hace 30.000 años; luego "barreras transgresivas holocenas" hace 8.000 años; para luego celebrarlos como "Facies Pinamar" hace 7.000 años.

Ya en el dibujo de los 125.000 años debería estar necesariamente presente, aunque naturalmente sumergido, este largo cordón de plataforma que un día muy tardío aflora como barrera regresiva. De la antigüedad de la paleopunta de Villa Gesell, EN TANTO SUMERGIDA, cabe imaginar la asistida partida de este cordón de plataforma. Pero REITERO, toda esta historia se gesta inevitablemente BAJO EL AGUA.

Violante le asigna a este cordón de plataforma una extensión de 48 Km en dirección NNE, haciéndolo coincidir con la Punta Médanos. En el plano que sigue se advierte 4 Km al NE la prolongación de esta formación a 90 cm de profundidad.

También se advierte cómo, a partir de Mar de Ajó, la deriva litoral que alguna vez subía de Mar Chiquita, enfrenta a la deriva litoral que saliendo del Tuyú, tras dar la vuelta a Punta Rasa, marcha al Sur.

Allí se acaban estas marchas litorales holocenas, para inaugurar el despegue de cordones que pierden su condición litoral para buscar de constituirse como cordones de plataforma; que tras dar una amplia curva de 180º termina marchando 600 Km al NNE, reitero, en un sistema que dejando a Rouen al Oeste, continúa su marcha hasta el cono de sedimentación en el talud.

Estos cordones que muestra el plano son conocidos como "bancos alineados" de los que no conoczco a nadie que comentara algo sobre la dinámica que gestó su origen y su destino.

Es interesante observar en la carta, la flecha en esa dirección apuntado a flujos que marchan a 1,2 nudos/h. Más interesante aún sería observar las velocidades en la columna de agua y en especial, aquellas de la deriva litoral que nunca son tomadas en cuenta.

 

Estos "bancos alineados" son respuesta a derivas enfrentadas en un perfil de costa bastante parecido al actual. Ya no tenemos como entonces un único corredor que en directo apunta al NNE, sino una multiplicidad de escapes a esos enfrentamientos, dando respuesta como cordones de plataforma curvos.

Estos cordones de salida al Sur reconocen una amplia curva hacia el NE de aprox. 50 Km de promedio antes de unirse a un gran corredor que los colecta y lleva al cono de sedimentación en el talud.

Volviendo a los dos cordones pleistocenos, de los que recién concluímos los motivos de su escala y singularidad, dado que su condición -al igual que todos los que responden a deriva litoral-, se bordan sumergidos, es inútil imaginar olas oblicuas o tormentas sudestadas para fundar semejante formación. Su dirección nada tiene que ver con los vientos que imperan en la región; en tanto reitero, todo el sistema se consolida sumergido. La propuesta de llamarlas "barreras regresivas" o "barreras transgresivas holocenas", -en ambos casos emergidas-, sólo responde a disfunción en el imaginario de las dinámicas presentes en estos avatares.

Sin reconocimientos de gradientes, fundando enlaces y desenlaces termodinámicos, es imposible que la geología y la sedimentología enriquezcan su imaginario sobre dinámica en las aguas. La ecología de los ecosistemas siempre serán fuente inspiradora de estas ciencias; y el hecho de no alcanzar su condición fenomenal el nombre de ciencia, les señala precisamente aquello que sólo y en tanto permanece enlazado va entregando su fenomenología. Una estratigrafía no necesita asistencia fenomenológica si se conforma con enunciar depósitos. Pero si pretende ir a los fundamentos de las deposiciones, con inferencias cartesianas y newtonianas no llega muy lejos.

Los sistemas termodinámicos naturales olárquicos abiertos tampoco se conforman con ser referenciados como holísticos. Cada uno de sus enlaces reclama, de a uno en uno, ser descubiertos en su enriquecedora complejidad

Por ello damos aquí fin a esta introducción a los cordones asistidos por derivas de plataforma, para ver de entregar correlatos más específicos a cada uno de estos cordones, en apropiados hipertextos.

Agradezco a mi Querida Musa Alflora Montiel Vivero esta afortunada identificación de las dinámicas presentes en estos dos cordones de Punta Piedras y Villa Gesell.

Francisco Javier de Amorrortu, 16 de Noviembre del 2012

La respuesta a la imagen superior es este cordón en la imagen que sigue.

Anticipos de /puntapiedras.html y marchiquita2.html

En las isobatas de 5 a 10 m, el escalón de Barra del Indio y el Frente Marítimo dan testimonio de esta milenaria paleopunta o cordón de Pipinas y el milenario corredor de flujos y sus compañeros acoplados -aunque disociados-, que arranca del vértice Norte de la antigua bahía.

En la otra punta lo hacía del cordón litoral o paleopunta Villa Gesell por donde salía todo el sistema del Salado; entonces con rumbo al Banco de Rouen y aún marchando 600 Km más lejos. Luego vinieron emergiendo la Punta Médanos y posteriormente la Punta Rasa.

 

De las imágenes que siguen de los cordones del Alcobaça

Para bajar el tono de certezas mecánicas de sedimentólogos, físicos en dinámica costera y demás catecúmenos de la ola oblicua. Durante miles de años nada parece haber turbado la tarea del bordador de cordones litorales: la energía del sol presente en los sedimentos, precipitando por capa límite térmica en la margen exterior del tímido corredor de salida, escapando en la angosta deriva litoral, que hace rumbo por las aguas más caldas de la orilla del mar

 

 

 

El tren de olas no reconoce ola oblicua alguna. Sólo en la actual "barra vehla" del Alcobaça se reconoce un breve sistema de ola oblicua provocado por una rotura del cordón del orden de los 200 mts.

Allí donde está inscripto el nombre de Alcobaça se genera el actual conflicto que ha interrumpido la formación secuencial de estos cordones. Ver detalle más abajo.

La suavidad de las playas no permite imaginar atropellos mecánicos, sino delicadas caricias internas convectivas superpositivas. ¿Qué es ésto? dirá el termodinamicista de cajas adiabáticas cerradas.

Rotura en la curva de salida del cordón del Alcobaça, esperando al físico en dinámica costera que lo repare con criterios mecánicos.

Saliendo de la zona de desastre todo luce normal. Ninguna ola oblicua acredita el trabajo de miles de años de convecciones bordando cordones por capa límite térmica