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Hidrotermias y cordones litorales estuariales

en áreas de baja profundidad reconociendo procesos de fuerte sedimentación.

Alimentadas por advecciones sumadas de mareas en ascenso y tributarios que aportan a estas advecciones, convección interior, que así les da por ascender.

En cuyos deslindes, en adición a las demoras en las dispersiones transversales, por efectos de una capa límite térmica, tan insoslayable como poco referenciada, ven favorecer prolija sedimentación;

en esos deslindes de ambos flujos, repito, bien paralelos y nada turbulentos en el sentido transversal, aunque si en el vertical, es verificable la prolija y reconocida deposición sedimentaria de los cordones litorales "estuariales".

No le asigno en estas zonas del estuario interior, ninguna importancia primaria al oleaje y al viento en estos procesos. Sí, en cambio, imagino al propio cordón litoral, como extendido sostenedor de una advección mareal potenciada por convección natural interna del agua del tributario, que expresa su tendencia bien más allá de los horarios de las mareas.

Estos cordones favorecen, repito, el sostén de esa advección de salida y el establecimiento de una capa límite térmica estimuladora de la delicada sedimentación en su deslinde y capaz de demorar con largueza cualquier dispersión lateral (convección externa);  y no sumarse así, a los flujos que marchan en descenso.

Si bien esta imagen que sigue no pertenece al tipo de riberas de nuestro estuario interior, resulta útil para verificar la extrema prolijidad de estos desarrollos que poco parecen acreditables al famoso oleaje oblicuo.

La propia deriva litoral está sostenida por esa convección interna del tributario. Calor es el nombre que damos a esas transferencias de energías.

salida estuarial del rio Carabelas al Norte de Brasil

Referimos de cordón litoral "estuarial" para resaltar las diferencias que por cierto caben a cordones aparentemente similares, pero, en otras aguas.

En estas aclaraciones no hago observación de nuestras riberas urbanas, que con sus vertidos introducen los efectos de una capa límite hidroquímica, agravando estas hidrotermias.

Tampoco hago observación de las salidas de los tributarios del frente deltario central, que por entorpecimientos que no imagino del todo naturales, (aunque pudiera aceptar fueran accidentales, tal el caso del barco hundido a la salida del Miní y los hundidos a la salida del Correntoso), han potenciado el desarrollo de las áreas de hidrotermias.

Áreas que incluyen la novedad de un fortísimo proceso de decantación sedimentaria a la salida misma del tributario superior. Tal el caso de los apéndices a la salida Sur del Barca Grande; a la salida del Correntoso y a la salida del Guazucito.

Los refulados al Este del Canal Emilio Mitre aparecen a su vez como corresponsables de la fuerte disminución de profundidades en el sector externo al canal de Los Pozos del Barca Grande. Y a pesar de que algunos de sus flujos aun intentan colarse a través de los refulados, toda esa inmensa área ha perdido mucha profundidad en los últimos 40 años.

Esto ha contribuído al desarrollo de la inmensa área de hidrotermias, potenciadora de advecciones mareales y generadora de los transportes sedimentarios que han impulsado el crecimiento incomparable de las islas Solís y Oyarvide.

El desarrollo de esta última reconoce un vector de flujos que alcanza depósitos hasta 12 Km al Este del arranque original de Oyarvide. Esta isla pasó de las 200 a las 4000 Ha en 40 años.

Los flujos del corredor de los Pozos del Barca Grande conllevan advección de tales características que es dable ver con viento del NE y marea en bajante, sus aguas profundas, en superficie, planchadas.

En tanto, sus vecinas áreas de muy baja profundidad, sacando a relucir todos los comportamientos propios de las hidrotermias, no sólo marchan bien a contrapelo de los flujos del canal, sino que lucen en superficie un suave oleaje de estuario interior que nada tiene que ver con las planchadas aguas del inmediato profundo canal. Ver "Jornada y registros" y "comprobaciones"

Las áreas de hidrotermias reconocen, repito, advecciones mareales con convecciones internas que potencian su sostén y dirección; permaneciendo en áreas urbanas disociadas de flujos paralelos y buena parte del día a contrapelo, por sumados y variados efectos de capas límite hidrodinámica, térmica e hidroquímica en riberas urbanas.

Francisco Javier de Amorrortu

Las imágenes que siguen vuelven a ilustrarnos de los resultados de estas delicadas advecciones cuando aparecen maltratadas.

salida de la laguna de Mar Chiquita al oceano

torpe sedimentacion fruto de la frustrada adveccion

 

 

erosion costanera por falta del protector cordon y la hidrotermia que refleja la conveccion interior

 

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