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Halcrow . Estudios para el canal E. Mitre

La necesidad de compilar información cartográfica y fotográfica para hacer un pequeño estudio de la historia de la deriva litoral en nuestras riberas bonaerenses me movió a editar parte de la cartografía que aquí viene ordenada en cuatro períodos: siglos XVIII y XIX; 1906, 1908, 1914, 1919 y 1926; 1931 a 1934 y 1957 a 1959 ; Halcrow 1967 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5

Este primer hipertexto acerca las bases de la propuesta.

El segundo acerca estudios con trazadores radioactivos.

El tercero acerca dirección y magnitudes de flujos y reflujos.

El cuarto va dedicado al perdido canal natural costanero.

El quinto refiere de crecidas máximas y sólidos en suspensión en 3 niveles.

En el punto Ia no alcanzaron a imaginar los efectos devastadores de las bajantes extraordinarias en sedimentación vertiginosa dentro del surco.

El punto Ic tampoco previó que la draga de corte de Jan de Nul fuera a hacer changas a Centroamérica y tras prenderse fuego nunca fuera repuesta.

Tampoco previó que la consultora HYTSA apreciara sugerir cambiar el destino de los barros dragados.

Y mucho menos, que en el veril de enfrente del lugar propuesto por Gradowzic y sus socios, propusieran ahora volcar 4.000.000 m3 diarios de efluentes sin tratar como parte del plan Matanzas Rikachuelo.

Y mucho menos, que jamás hayan hecho trabajo de campo y seguimiento de los procesos de sedimentación alrededor de las bocas difusoras del emisario oculto de Campana, ni de la boca del de Berazategui.

Todo el trabajo ha quedado reservado a los modeladores matemáticos, que como en el caso del Dante parecieran los únicos dispuestos a versificar del cielo y el infierno. De este último nada dicen para congraciarse con su cliente.

En planicies extremas no hay hidráulica que valga para dar abasto al sustento de estos recursos naturales que hace siglos dejaron de serlo y nadie mira por ello.

Confunden recurso natural, con recurso antinatural y con recurso cultural.

Cambiar de anteojeras amenaza con dejarlos ciegos.

Tallan enderezamientos de cursos eliminando meandros "molestos"-como si para nada sirvieran-; tallan costas tablestacadas eliminando las blandas -como si para nada sirvieran-; ignoran la deriva litoral y su hipersincronicidad mareal -como si para nada sirvieran-; tallan modelación matemática dando prioridad a flujos laminares -como si la tuvieran-; descalifican a los flujos convectivos internos y externos -como "turbulentos"-; ignoran la sutileza de los gradientes térmicos de encuentro termodinámico; ignoran el sentido funcional a prolijas sedimentaciones que regalan las disociaciones térmicas; ignoran las complejas disociaciones de capa límite térmica e hidroquímica que cargan cursos como el Paraná y el Uruguay; imaginan que el concepto de entropía en cajas adiabáticas cerradas tuviera compatibilidad alguna con los sistemas naturales abiertos. Estas son las más prestas advertencias que me suscitan estos presupuestos.

La cosmovisión medioeval de esta ciencia hidráulica me hace hervir el alma.

El punto iv): la distribución del caudal entre los canales de la zona del delta sería de incomparable utilidad para probarle al Sr Massa el desastre que ha permitido en su municipio del Tigre y a Amieiro en San Fernando y a Posse en San Isidro y a García en Vicente López. Sólo he visto una tabla de profundidades promedio de 1943 que poco ayuda, sino a generalidades.

De todas formas, el esquema III, tan bienvenido para redireccionar energías al difunto canal natural costanero que hace años vengo la misma intención expresando, me resulta desopilante como planteo para una ruta oceánica. Sólo el ver esbozado el dibujito me deja helado.

De los estudios de los efectos de la salinidad que estaban supeditados a verificar su importancia, supongo que no la tuvieron. Pero se perdieron de observar los efectos del corredor Alflora que se lleva puestos todos los grandes corredores de flujos estuariales y que hace su camino en el escalón que va de Punta Piedras a Montevideo.

Apoyados en los catecismos de la ola oblicua, aprecian los vientos pero ignoran las temperaturas y los gradientes térmicos; puntos de encuentros y desencuentros; sedimentaciones ordenadas y desordenadas. Las relaciones entre la deriva litoral, el rumbo de su advección, su hipersincronicidad mareal y las eficiencias en las salidas tributarias o su nulidad completa, nunca aparecen ni sospechadas; regalando así, falta de consideración completa. La mecánica de fluidos sigue su derrotero medioeval.

El adverbio "minuciosamente" está de más.

Los datos de las dinámicas de flujos de los grandes tributarios en 4 relaciones distintas, así como los de las mareas, no aparecen cruzados con los datos del viento y de las olas a los que estos catecúmenos mecánicos dan tanta importancia. En 1967 no había forma de procesar toda esta información. Y aunque la hubieran tenido se ahorraban todo lo referente a segmentos de flujo otros que no fueran "laminares"; que como vemos en el corredor Alflora, un sólo de ellos convectivo se lleva puestos a todos estos modelados en los pentagramas de Newton.

El punto III B b) que imagina la obtención de datos de vientos por años de seguimiento hubiera sido interesante lo aplicaran al seguimiento de los frutos de estas obranzas, en especial de los refulados y vuelco de barros dragados, porque a simple vista es lo que más modificaría la dinámica estuarial natural, para así devenir antinatural. Nunca Halcrow, ni el hombre, han contribuído a los sistemas naturales, sino a los antinaturales. Y es hora después de 43 años que hagan balance de lo actuado e imaginen la posibilidad de descubrir cómo se han multiplicado los problemas que ya se manifestaban en el frente deltario central con respecto a las mayores influencias de flujos convectivos que estos refulados, sin la menor duda multiplicaron.

Entiendo que no había otro remedio; salvo haber recreado algo del sistema del Miní-Barquita-Barca Grande-Correntoso-Guazucito antes de entrar a tallar esta obranza, para de esa forma poner límites a la deriva litoral que multiplicaron al Este del nuevo canal.

De la misma manera, habiendo echado el ojo al sistema del canal natural costanero, poco les hubiera costado advertir a las autoridades del valor de ese sistema para ser elementalmente conservado y así poner en caja a la deriva litoral en un sector encerrado de 80 Km2 con flujos en estado catatónico y mejorar en algo la eficiencia de salida de los tributarios urbanos.

El balance después de 43 años sólo es favorable a la Hidrovía, pero funesto para el resto de la región. Ni un sólo balance luce para esta región. Ni una sola prospectiva advierte su defunción.

Hacer balance permitiría a Halcrow enriquecer sus conocimientos y afirmar su responsabilidad, mucho más de lo que hubieran forjado con estos estudios licitados.

Seguir haciendo obras hidráulicas con criterios mecánicos donde no hay pendientes, abundan aguas someras y elevadas temperaturas, es estar hoy bien en la luna. Esa miel ya no fluye a los ojos de este bruto hortelano.

Ver hipertexto sobre trazadores radioactivos en /halcrow2.html

La obtención de datos de flujo turbulento no implica discernimiento alguno sobre ellos. La ley de Froude en planicies de 4 mm de pendiente por Km es lo más parecido a la Divina Comedia. Los coeficientes que digan acoplar y luego de mil formas ningunear son parte de una Divina Comedia que se pasea con inútil discreción entre el limbo y el infierno.

Pretender ajustar asperezas para producir "la correcta propagación" de las mareas y al mismo tiempo ignorar lo que genera el corredor Alflor, es estar ...

¿Por qué no intentan explicar la formación de los bancos Inglés y de Arquímides para mostrar dónde están parados? De paso los invito a reconocer el corredor Alflora. (5 html)

Pretender modelar sedimentación en un estuario de estas características, desconociendo la carga semántica que desde el indoeuropeo acerca esta voz, advirtiendo de lo que se calienta y lo que se prende fuego, para reemplazarlo por aire acondicionado y suelo cemento; habiendo por ende, excluído flujos convectivos; habiendo incluso excluído los famosos vientos y las famosas olas; tantas exclusiones no se resuelven con un tornillo "espiral", a menos que sea aplicado al alma de estos investigadores. ¿Exagero en algo?, aún considerando mi condición de bruto hortelano.

El borde del modelo por la ribera será fijado en lo posible a lo largo de una línea natural de flujo del estuario -ilusión total- , aunque esperamos que estas líneas no son fijas ... ¡¿En qué quedamos!?

La ventaja de la exageración vertical menor, es de pobreza extrema. Eliminar los canales de Martín García de cualquier estudio es dejar en el limbo el tema de los caudales de los ríos argentinos que a poco van mudando su destino.

Lo del aeropuerto es desopilante y lo dejo para otra ocasión.

Este modelo B apunta a la consagración de los clásicos ninguneos, que ni brutos hortelanos como este que suscribe aprecian su atención.

Insisto con mi trajeta de presentación porque no alcanzo a imaginar la pobreza extrema de la ciencia hidráulica en planicies extremas, que tan sólo con criterios mecánicos pretende enriquecer su paupérrima cosmovisión.

Ni una sola cláusula de seguimiento para estos 40 años que siguieron quedaron comprometidos, ni por dinero, ni por amor propio. ¿Cuál habrá sido el impedimento?, otro que ser proyecto plagado de variables sueltas; sin hablar de las ignoradas, de muchísimo mayor peso.

¿No tuvieron nada para decir después de 40 años?, entonces no se sorprendan lo haga este hortelano.

Francisco Javier de Amorrortu, 15/12/10

 

Hidrología básica del Paraná y el Uruguay