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Perfiles costaneros urbanos afectando a un cordón litoral tan ausente como la pobre consideración de su comportamiento termodinámico; desde San Isidro hasta Dock Sud

Imágenes de las capas límite y vectorial en la inmediata ribera urbano estuarial

Estuary, strand plains and its internal convective flows.

Urban shore profiles affecting a practically absent strand plain and an ignored understanding of its thermodynamical behaviour; from San Isidro to Dock Sud

Images of the closest estuary border and its boundary and vector layers

 

ribera Norte de la reserva ecologica

En este preciso frente NE de la reserva ecológica cabe abrir la boca de salida cuidando que su canal de navegación sea lo más estrecho posible y apoyado sobre el lado Este.

No así, la traza húmeda de la salida que no debería ser inferior a los 300 metros de ancho, de manera de favorecer también en ella la acumulación de hidrotermias que retroalimenten el proceso convectivo interno, dentro mismo de los cordones litorales (marchando a contrapelo de los flujos en descenso); y así sacando al exterior las aguas del Riachuelo retenidas en el ajustado canal de navegación, al Este dentro de la misma traza.

las plumas entrando en Darsena Norte

Ya hemos alcanzado en esta imagen la salida de Dársena Norte, para ver cómo la pluma que viene del Sur se mete decididamente en ella.

La imagen que sigue señala vientos del NE y marea en bajante, al tiempo que muestra la estela dejada por una nave que acaba de salir del puerto. La pluma se descompone para volver a subir; tal como lo hacen las compactas plumas interiores que muestra la imagen que sigue a ésta.

curva que indica 9.5 km recoridos

En esta curva de las dársenas,   nuestras plumas ya han sostenido a lo largo de  9,5 km. sus probados destinos convectivos internos; alimentando la memoria de advecciones mareales, que aún con vientos del NE en estas áreas de hidrotermias, marchan a contrapelo de los inmediatos flujos en descenso.

ver detalle en la curva de salida

Esta imagen muestra lo que no debemos hacer para impedir el proceso convectivo interno que alimentan estas hidrotermias; las únicas que asisten las salidas de flujos en las inmediaciones de las capas límite, hidrodinámica y térmica.

Esa curva cerrada entorpece la hasta allí fluyente energía;

y en su faz superficial la vemos por un momento ligeramente comprometida con el viento NE.

No obstante quedar encerrados esas polucionadas aguas, los flujos reasumen sus destinos convectivos internos.

De esta imagen se puede sacar provecho para el diseño de la nueva salida. En particular, evitando esa curva en el muelle que hace las veces de ribera y altera también el rumbo de los flujos convectivos internos.

Es interesante observar las ondas curvadas del oleaje indicando la resultante victoriosa de estos flujos convectivos internos.

tapon de salida de las darsenas

Aquí vemos las consistentes reverberadas curvas que descubren sus ascensos, más allá de los contrapuestos vientos y mareas en descenso.

hacia el rincon del muelle de pescadores

Este final de las dársenas con la misma alta resolución de imagen de las anteriores, da paso a 2 imágenes de mediana resolución, motivo debido a la mayor altura de captura.

area del  muelle de pescadores

Muelle de pescadores y aeroparque mostrando la amplitud de área de estas hidrotermias y la ausencia de los corredores naturales de flujos costaneros provocadas por tremendas violaciones a las líneas de ribera.

calle Salguero. Parque Norte y ciudad Universitaria

Al final de la calle Salguero descubrimos ese par de muelles conformando un estrecho puerto de embarcaciones deportivas; completamente innecesario, caprichoso y generador de esa sedimentación grosera, que al menos nos resulta útil para acercar, dentro del área de hidrotermias, los perfiles de fondo de los cursos y transferencias de la convección interna.

La imagen que sigue nos devuelve a la altura anterior, que nos permite con su mayor resolución ver cómo dos simples objetos clavados en el suelo del estuario, succionan estas calenturas y el de las plumas que nos descubrieron su destino, que no es otro que acortar nuestro destino.

Al tiempo que nos advierten de la magnitud de estas transferencias de energías haciendo camino inverso a flujos en descenso, con viento del NE.
 
Cuán alarmante entonces, advertir que esos objetos allí clavados son las tomas de captura Norte de nuestras aguas a potabilizar;

espigon de Salguero y tomas de agua de Palermo

que intentando escapar a contaminación, terminan succionando la bruta polución de las concentradas plumas.

Estas convecciones internas, aquí pasan a ser externas, no sé si por convección o por simple succión. Provocando, sin dispersión alguna, un daño mucho mayor.

Este es el balance que presentamos de nuestras hidrotermias:
el aspecto positivo que siempre contribuyó a las salidas de los tributarios al estuario, (condición precisamente en nuestro Riachuelo hace 220 años perdida);
y el aspecto negativo, la desmesura de sus áreas, producto del bastardeo de las líneas de ribera devorándose los cenicientos canales naturales de flujos costaneros.

Hemos recorrido de la mano de estas ricas hidrotermias, 16,3 Km de bastardeadas costas urbanas; advirtiendo la continuidad de las áreas donde ellas ponen a trabajar su energía y reconociendo en los antiguos canales naturales costaneros, su único correlato limitador; tan naturales, como estas convecciones dentro de los cordones litorales.

Recordemos que la voz “estuario” conlleva en indoeuropeo, referencias a lo que se quema, a lo que se prende fuego, a lo que se calienta. Por ello, el nuestro no es el río, ni una ría; sino el estuario del Plata.

cierre del capitulo de hidrotermias inaugurando el de la nueva salida del Riachuelo

El par de imágenes que siguen son reiteración de nuestras apreciaciones respecto de la necesidad de devolver al Riachuelo una salida comparable a la que tuvo hasta Mayo de 1786.

Hemos señalado, tal como lo señalara Enrique de Gandia en 1939 en su obra La historia de la Boca del Riachuelo, que la Vuelta de Rocha es un engendro de reciente manifestación. Ver esta edición en pdf

Esa eventración no es una huella de antiguo cordón litoral. Ningún cordón litoral deja ese tipo de huellas.

Es lugar de desencuentro de flujos: mareales y fluviales; agravado por capa límite térmica e hidroquímica a las que cabe atribuirles: a la primera, la fenomenal sedimentación; y a la segunda, la espantosa floculación que allí encontramos.

Ya hemos señalado en apuntes publicados en esta página que la boca de salida actual fue provocada por el cegamiento del antiguo canal de salida debido a la presencia de demasiadas embarcaciones fondeadas en sus riberas, en especial, la Norte.

nueva salia propuesta favorecida por hidrotermias y protegida de las energias contrarias de las mareas

Es así que dimos el primer paso de reconocimiento para esta puntual formulación: devolver al Riachuelo una salida natural; la que tienen todos los tributarios del estuario, incluídos hoy los del frente deltario.

Al diseño de esta salida caben infinidad de apreciaciones puntuales para reforzar las presencias de hidrotermias, tanto en las áreas que rodean su salida, como en la traza de su misma salida.

El diseño del enlace con el canal de acceso Norte y el diseño de ingreso de reflujos previsto en su curva inmediata anterior a la recta de salida, son detalles a considerar, de la mayor importancia.

Invertir 300 o 30.000 millones en esta cuenca, sin antes resolver esta cuestión de los flujos de salida, da lo mismo que nada; pues la actual salida antinatural tiene un tapón hidrodinámico de 3 kilómetros.

Hoy las aguas de la cuenca van a los flacos mantos freáticos supersaturados y polucionados por siglos. Las arcillas impermeables del querandinense están demasiado cerca de la superficie.

Pretender deprimir la cuenca ridículamente con 3.000 bombas, da lo mismo que con 100.000; pues el agua se vuelve a infiltrar a aprisa, repito, por los flacos mantos filtrantes.

La salida natural al estuario está hace 220 años tapada; tal como lo ha estado nuestra mirada durantes estos dos siglos inconcientes e incomparablemente asesinos.

Mejorar el canal de acceso al Riachuelo no es solución. En horas de flujos en descenso succionará algunos chocolates. Pero no verá convección alguna de viscosidades tan disociadas, en términos térmicos e hidroquímicos.

En horas de reflujos, fortalecerá el tapón. Y estos reflujos no parecen sincrónicos, sino bastante hipersincrónicos. Con lo cual el mal será mayor.

Advirtiendo estas desazones, poner aereadores en un chocolate por 135 años adueñado por bacterias anaerobias, sin antes recuperar flujos, sólo provocaría hilaridad a esos demonios.
 
Francisco Javier de Amorrortu  4/8/06 agradece a su Musa Alflora

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