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Estiman los autores en el orden de los dos meses, el tiempo necesario para que una partícula recorra toda la extensión del estuario.

Entre 155 y 180 millones de metros cúbicos anuales de sedimentos alcanzan a volcarse al estuario desde los grandes tributarios. El Bermejo solo, aporta más del 70% del total. 23 millones de metros cúbicos anuales se depositan en las vías navegables que así son de refular.
 
Acotan que a la acción por la cual el flujo desparrama y diluye una masa de contaminante mediante la acción combinada de la velocidad y la turbulencia, se la llama dispersión.

Ver en esta imagen los efectos de las capas límite térmica e hidroquímica sumados a los de la capa límite hidrodinámica, generando el ascenso de la pluma; y luego violento giro de 180° tan pronto alcanza el gradiente térmico que encienda el proceso convectivo externo para sostener dispersión lateral en contacto con las sanas energías hidrodinámicas del estuario.

La banda de ancho de estas hidrotermias es aquí del orden de los 150 a 180 m Ver Capítulo sobre hidrotermias en págs. 30 a 35 .

Si bien las hidrotermias hacen su aporte facilitando las salidas de los tributarios al estuario e impidiendo la erosión en las costas, la sumatoria de capas límite hidrodinámica, térmica e hidroquímica muestra cómo genera coalescencia en las plumas, las pega a la costa y agrava lixivación.

dispersión de la pluma de salida del Sarandí. Efecto ascendente en la capa límite y luego fuerte energía de dispersión

Al lado mismo de esta pluma de salida del canal Sarandí están las plumas de salida sobre el estuario de Dock Sud. Debido a las salientes generadas por instalaciones en la ribera, las energías hidrodinámicas de este sector o rincón, permanecen tan ausentes que las plumas en lugar de descender como indican los flujos de su vecino Sarandí, ascienden como lo hacen las plumas de la costa de San Isidro, disociadas de la energía de los flujos cenicientos.

Y estas materias que aquí afloran no tienen ninguna perspectiva de devenir nutrientes. ¿A qué entonces perder tiempo con modelaciones matemáticas en lugar de agarrar una topadora y devolverlos a sus infiernos? La modelación sería útil para determinar cuántas personas se mueren por año en esas vecindades por estas desvergüenzas.

plumas de salida de residuos peligrosos de Dock Sud sobre el estuario

La tasa a la cual un contaminante se desparrama, la disminución del pico de concentración y el patrón de concentración resultante a lo largo de una corriente, son de gran importancia para el control de la contaminación.

Precisamente por ello, las extremas exigencias generadas por la desproporcionada cantidad de vertidos en un Riachuelo cuya cuenca de 2.240 km cuadrados y sus cinco millones de habitantes, con 1,7 millones de personas utilizando pozos negros o cámaras sépticas, tres mil empresas volcando a diario y desde hace años residuos tóxicos o no tóxicos sólidos o líquidos, sin ningún tipo de tratamiento o con tratamiento insuficiente. Agregándose a estos, los afluentes cloacales, y a diario, 386.000 metros cúbicos de residuos industriales; con caudal máx.173 m3/s, mínimo de 3 m3/s, y horarios de salida muy restringidos por la mayor energía de los reflujos, las consecuencias son de imaginar funestas.

En horario de reflujos (sin pensar en vientos del SE), se descubre la ajustada escala de un espeluznante tapón en el inodoro del que hacen uso millones de personas.

demonios del Dock Sud taponando el Riachuelo
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No olvidemos que algunos de nuestros bienes de consumo son procesados allí. Así, un número considerablemente mayor de copartícipes se ha acostumbrado al uso de ese inodoro durante décadas sin cultivar mirada, ni asumir corresponsabilidad alguna. Modificar esos “etos”, (esos “usos y costumbres”), es tarea improbable del alma de unos cuantos ciudadanos bien poco dispuestos a seguir modelación matemática.

No me cabe duda que es muy sencillo (si fuéramos sinceros) modelar la información de lo que está allí ocurriendo en atenciones físicoquímicas, termodinámicas e hidrodinámicas.

En un mundo globalizado con mil accesos y recursos, la información ambiental tiene abiertas todas las puertas legales y siempre llega de alguna forma a quien la busca con paciencia. Pero luego reclama decantación, filtro, disposición a trabajo exhaustivo para afinar criterio y banda muy estrecha para hacer paso a paso efectiva, la poca energía individual en infinita perseverancia para cualquier clase de acción.

La acción está destinada desde el principio al fin, a lidiar en la administración con criaturas que empobrecieron su propia vocación sintiendo privilegio por vivir protegidos detrás de bunkers empalizados.

La propia justicia tiene que recorrer ese largísimo camino para discernir en mil errores y un millón de arbitrios abusivos que estos funcionarios imaginaron consagrados.

Llegadas las instancias a la Corte tendremos la oportunidad de ver hasta dónde llegan los intereses y las paciencias ministeriales para sostenerse frente a tantas debilidades.

Tal vez por ello los estudios del INA se alejan un poquito de estos infiernos. Porque cualquier mirada crítica, social, política, administrativa o judicial, aun sin publicitar sus disensos, se los devoraría. Y no habría vocación y probada honestidad que fuera respetada y valorada, si se mete en lides con tantos maduros putrefactos intereses y desintereses de irresponsabilidad casi global.  Atrás del frente administrativo están siempre alistados, corporativos y no corporativos.
Y aquí no alcanza con mentar arquetipos colectivos y verdades elementales.

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